viernes, 11 de febrero de 2011

Los Sims 3 el juego estrella del PC:

Por tantas cosas y muchas más,los sims 3 son líderes de ventas:
Han sido tres años de espera para la tercera entrega de Los Sims. Esto ha comportado muchísima rumorología y especulaciones sobre lo que contendría la tercera parte del multivendido juego de PC. Al final, se han dejado de lado algunas exigencias de los fans pero se han incorporado mejoras no esperadas que hacen de Los Sims 3 un juego que nos ha gustado
En otoño de 2006 se anunció Los Sims 3 (aunque hacía meses que corría el rumor más que fundado). Apenas tenía dos años de vida Los Sims 2 y los fans ya pensaban en la tercera parte. Y es que los adictos a esta saga de simulación siempre quieren más ¿Qué sale una expansión nueva? Se agradece, se disfruta, pero casi simultáneamente se está criticando lo que se le echa en falta.
Por eso cuando se anunció Los Sims 3 muchos fans pensaron que  podríamos hacer todo aquello que no habíamos podido en las dos primeras partes. Ahora por fin se han revelado todas las incógnitas. Sí, efectivamente Los Sims 3 nos ofrece cosas nunca vistas, aunque también carencias, algunas que encontramos a faltar bastante.
Sims más diferentes que nunca
Aunque podemos empezar a jugar con familias predefinidas siempre es más divertido crear un sim de cero. El editor de Los Sims 3 es la primera y muy agradable sorpresa que encontraremos en el juego. A primera vista se parece bastante al de Los Sims 2, pero la verdad es que ofrece bastante más.
Regular peso y musculación así como color de piel, pelo y ojos entre la gama infinitiva que ofrece la paleta RGB hace que sea prácticamente imposible hacer dos Sims iguales.
Respecto al editor de cara, las opciones sí que son bastante parecidas a las de Los Sims 2, con varias variables según la zona de la faz de nuestro sim. Aún así, el aspecto de los Sims cambia considerablemente. Los personajes pierden parte de ese punto caricaturesco y se vuelven más “humanos”.
Con eso puede que se logre un poco más de realismo, pero a simple vista da la impresión que la mayoría de Sims son muy parecidos los unos a los otros. Será raro encontrar Sims con narizotas o ojos desorbitados (a veces nos salían simplemente mezclando dos ADN muy dispares) a menos que los creemos apurando al  máximo las opciones del editor. No es que sea algo malo, pero nos ha costado acostumbrarnos a estos nuevos Sims tan “correctos”.
Pero uno de los platos fuertes es vestir al Sim. Cabe decir que la variedad de ropa, zapatos y complementos no es muy grande, hay pocos diseños base por elegir (igual que pasa con los peinados), pero el truco está en personalizarlos al máximo. Y es que uno de los grandes aciertos de Los Sims 3, algo que le hace subir bastante nota, es el hecho de poder cambiar colores y texturas a nuestro antojo en el aspecto de los personajes.
Aunque hay pocos modelos, la posibilidad de cambiarles el color y el estampado (casi cada prenda, hasta con 3 o 4 partes cambiables) crea posibilidades infinitas. Algo así como lo que se podía hacer con el Taller del Cuerpo de Los Sims 2 pero de forma mucho más automática, fácil y rápida. Evidentemente está la posibilidad de exportar los conjuntos y guardar combinaciones para no tener que repetirlas una y otra vez.
Si nos ha gustado mucho esta enorme personalización, también nos ha sorprendido para bien la nueva manera de confeccionar la personalidad de los Sims.. Se acabaron los signos del zodíaco o las aspiraciones. Ahora definimos a los Sims por rasgos de su personalidad.
A priori parece un sistema sencillo (sólo hay que seleccionar cinco rasgos), pero lo cierto es que es muy acertado y hace que los Sims actúen realmente como les corresponde a sus rasgos. Evidentemente la descendencia heredará rasgos de los padres.
Hay decenas de rasgos para elegir que condicionarán su vida, el tipo de trabajo que hagan y su dedicación, la relación con otros Sims y cualquier variable de su vida. Por ejemplo, si un Sim tiene el rasgo “cochino” poco le importará llevar dos días sin ducharse...antes todos iban corriendo al cuarto de baño en cuanto tenían la menor ocasión.
Explorando la ciudad a nuestras anchas
Tras crear una familia, ya podemos instalarnos en el barrio. Y aquí llega la gran novedad, la primera que se anunció a bombo y platillo, y es que llevábamos años tras ella. Se trata del poder pasear libremente por toda la ciudad, sin tiempos de carga, ahora nuestra casa, la de los vecinos y cualquier solar comunitario son un todo.
Aunque era algo que ya esperábamos, no por ello nos ha dejado de entusiasmar. El barrio predefinido es grande, con muchas casas para elegir, muchos solares comunitarios y edificios de profesiones. Para acceder a otra zona basta con ir arrastrando el cursor hasta que lleguemos a ella o hacer un “zoom out” en el que tendremos una vista general del barrio.
Lo bueno de todo este sistema es que no está cargado todo de golpe, lo que optimiza el juego, incluso en los ordenadores menos potentes. A medida que nos acercamos a un solar este se va “creando”, aparecen sus objetos y los transeúntes.
Si accedemos dentro de una casa, se generarán los muebles y sus habitantes una vez entremos en ella, de manera parecida pero mejorado a Los Sims 2 Universitarios, en que sólo aparecían las habitaciones privadas de cada estudiante cuando entrábamos en ellas. Estos tiempos de carga son rápidos y no entorpecen apenas el juego.
Con este sistema, además, es mucho más fácil conocer gente y todo resulta más ágil: salir de compras, quedar con un sim en el parque... Si algo malo tiene es que nos costará más controlar a todos los miembros de la familia, sobre todo si son numerosas, pues se dará a menudo el caso que cada sim estará en un punto diferente de la ciudad. Pero eso es como todo, basta con un poco de experiencia de juego para acostumbrarse.
Comprando y construyendo
Los modos de compra y construcción apenas han cambiado, a simple vista, de Los Sims 2. Los menús son muy parecidos así como las opciones que se nos ofrecen. Tampoco hay un excesivo número de muebles, objetos y elementos de construcción.
Casi se podría decir que un gran tanto por ciento  de estos objetos son clones de los que habían en Los Sims 2 con un modelado un tanto mejorado. Si lo vemos desde este punto, es un poco decepcionante: menos cosas a elegir que en Los Sims 2 con algunas expansiones (con ausencias tan sentidas como algunos modelos de coche, el piano, el trampolín o el yacuzzi).
Pero esta falta de objetos lo compensa un factor que antes aparecía en otro apartado: la infinita personalización de cada elemento. No hay límites a nuestra imaginación en cuanto a texturas y colores de cada objeto, pared o parcela de jardín. De nuevo, se facilita ampliamente la tarea de los fans más creativos, que si quieren un simple “recolor” de un objeto podrán crearlo dentro del juego, sin tener que usar programas externos.
Otras mejoras secundarias pero que agradecemos mucho son el poder situar cualquier elemento en diagonal, lo que da a nuestras casas un aspecto mucho más dinámico y realista. Además, los menús se han vuelto muchos más gráficos y cada objeto está mucho mejor catalogado, por lo que resulta mucho más fácil que encontrar.
La manera de construir casas tampoco ha cambiado, sólo que ahora se han optimizado algunas opciones para que la tarea sea más rápida y automática.
Relaciones públicas
Lo visto hasta ahora nos hace pensar que Los Sims 3 ha cambiado poco el espíritu de la saga, la forma de jugar, y puede que sea verdad. Los Sims 3 en muchos aspectos es un Los Sims 2 mejorado, pero veamos en que más ha mejorado.
Otro plato fuerte del juego es el tratamiento de las relaciones entre los Sims. Estas son mucho más complejas de lo que parece en un principio. Y es que desde un inicio, las interacciones entre Sims son mucho más amplias.
Dependiendo del carácter, además de interacciones genéricas tenemos las propias, que hacen que tengamos cualidades o defectos sociales. Así un sim coqueto tendrá mucha más facilidad para ligar con otros apenas conociéndolos, y a menos que estos tengan un rasgo opuesto, es posible que se dejen engatusar por su interlocutor.
Otros rasgos nos pueden ser muy útiles para escalar socialmente y económicamente. Así, si estamos pasando un periodo de vacas flacas pero somos Sims gorrones no nos costará apenas gorronear comida, dinero y hasta cama a nuestros vecinos.
Además, no se charla por charlar. Hablando con otros Sims podremos ir conociendo aspectos de su vida, como su trabajo, si tienen pareja, sus rasgos o características especiales, como si son ricos. Todo esta será muy útil para ver con quien es más adecuado que nos relacionemos para fines laborales o románticos.
Es fácil hacer amistad con un Sim si somos compatibles, pero si no lo somos (por ejemplo, uno es pulcro y el otro un cochino, uno es ambicioso y el otro humilde) nos costará mucho más, a veces será incluso imposible conectar, como a veces pasa en la vida real.
Incluso hemos comprobado la existencia de Sims mojigatos. No logramos de ninguna manera que una sim que se echó un amante realizase el “ñiqui ñiqui” con él, aunque su barra de relación era altísima y la pareja estaba enamorada, su media naranja se negaba a pasar de los abrazos.
Tengo un deseo
El sistema de deseos y miedos de Los Sims 2 estaba bastante bien, pues variaba mucho de Sim en Sim, aunque habían cosas un tanto genéricos. En Los Sims 3 funciona diferente. Nuestro personaje tendrá promesas y nosotros decidiremos si se las cumpliremos o las descartamos. Así irán apareciendo nuevas en función de nuestras necesidades o de las últimas acciones que hayamos hecho.
Por ejemplo, si nos salieron mal los gofres el otro día es probable que hoy queramos que nos salgan perfectos, y si apenas vemos a nuestros hijos porque no conciliamos horarios nos apetecerá mucho tener una charla o jugar a la consola con ellos.

Cumplir estas promesas nos da puntos para comprar recompensas de vida, que son mejoras a algunos aspectos de nuestro día a día.
Pero el aspecto que hace más sofisticado este sistema son los estados de humor. Se trata de sensaciones que tiene el Sim, influidas por si son cubiertas o no sus necesidades, por las experiencias que viva y por los deseos cumplidos. Esto hace que, en conjunto, este más predispuesta a hacer unas u otras cosas, y, evidentemente, no funcionan igual en todo Sim, si no que también dependen de sus ragsos.
En este sentido, Los Sims 3 simplifica el sistema de Los Sims 2 (donde por ejemplo se penalizaban los deseos no cumplidos) pero, a la larga, resulta mucho más completo y nos motiva más a seguir jugando.

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